Vladimir Brontis: 8/10/08 - 8/17/08

Thursday, August 14, 2008

El espesor

Línea / espesor, plano / rugosidad

Al apreciar elementos arquitectónicos, a la escala del movimiento humano (ventanas, asientos, escalones), se puede notar un espesor. Lo que circunda al cuerpo aparece abundante en masa, adquiere anchos: un marco, una moldura, son espesores.

La línea, el límite, como tales, no existen, existen espesores. La línea, como idea, es la ausencia de éste. En obras de arquitectura, lo que se suele denominar línea es el ancho que tiene menos magnitud en proporción, dado que los elementos tienen siempre un grosor. Asimismo, el plano es una abstracción, porque los objetos en la naturaleza presentan rugosidad.

Espesor en el movimiento


La Capilla de Valleacerón, en Almadén (2000), de Sol Madridejos y Juan Carlos Sancho Osinaga (Sancho-Madridejos Architecture), es una pequeña construcción, ubicada en una zona aislada, en lo alto de una ligera loma, que se desarrolla en torno al estudio de un ‘pliegue-caja’, tensionado focalmente, convirtiéndose en punto de referencia del paisaje, mostrando distintas visiones desde el recorrido. Está pensada desnuda, sin luz artificial, como lugar donde la relación exterior-interior determina su sentido, destacando como oasis en un desierto, con el aspecto de una pieza de origami. Pese a tener una estructura geométrica masiva, es un edificio muy bien resuelto en la práctica.

http://www.moma.org/exhibitions/2006/on_site.html
http://www.rolandhalbe.de/en/projects/projects.asp?projects=chapel%20valleaceron&grid_offset=0

Una idea interesante de la arquitectura de quiebres es que devuelve los espesores a las líneas. Observando el arte del origami, asimismo, a través del movimiento se vuelve espesor un plano, apareciendo nuevas direcciones, y ángulos.


Geometría y cuerpo humano

Modelos y estudios en papel para un libro pabellón, a partir de una lámina transportable.

Medidas para una altura de 75 cms aprox., como una referencia natural.

Al “abrir” medidas, en un despliegue, con dimensiones que ya tienen más de un brazo, éstas se comunican con la antropometría, y comienza una relación.
Así un sentido de hacer algo a escala humana es sentir el espesor, tener una apreciación sensorial: descubrir anchos, y luces y sombras asociadas a éstos.


Nociones formales

Con respecto a una lámina a esta escala, la idea inicial de sustentarla como sólido lleva a asemejarla a una estructura mineral, o metaloide. Asimilándola también a la naturaleza, a una concreción calcárea, o de cristal de roca, recordando también el hielo, estructuras de árbol (dendritas), semillas, cáscaras, entre ejemplos de generación natural.
Geométricamente, se busca la estructura tetraédrica, por su sustentación, y a la vez su característica de movimiento, en su fisonomía.

Sustentación sin pegamento

La movilidad, determinada por la idea, me ha llevado a la necesidad de no usar pegamento en el ensamble, y que siempre sea una lámina que se pliega. Tal vez, mi primera aproximación a esta idea fue un tipo de transporte, concebido en un taller, cuyo chasis después sirviera de vivienda. La estructura funciona básicamente sosteniendo un plano por triángulos. Por su transporte, la necesidad de doblar en dos los extremos llevó a la necesidad de un sustento triangulado indeformable: cualquier peso de compresión en la tabla del mesón hace trabajar a estos elementos. El cuadrado inferior (que quiere abrirse) presiona la riostra que está articulada con el cuadrado superior creando una tensión.

Fundamentos de una posible poética: el libro de los planos en movimiento

Los libros impresos tienen espesor, textura, olor, forma. Mucha gente sigue considerándolos como objetos de gran valor, aún al haber aparecido otros soportes.

Existen a la vez similitudes y diferencias del libro impreso con el libro electrónico, como forma de reproducir un texto:
a) El libro electrónico es sucesivo, como un rollo, la vista recorre y desliza, “desenrolla”.
b) El libro impreso es un conjunto de marcos, semeja una pintura impresa de símbolos.

El libro como objeto es radial, gira en torno a un centro: las hojas describen una semicircunferencia: 180º. Se acerca así a la idea de la esfera, lo que es muy interesante.
Para voltear las hojas la mano hace palanca continuamente.
Recuerda a la vez la imagen natural de tronco y hojas. El lomo es la idea de un centro: articula las hojas. Al compilarlas, trae la idea de espesor. Trae una imagen orgánica, de volver al árbol o al vegetal.

Experiencia a escala humana

En las fotos anteriores, el espesor, y la rigidez del material, a escala humana, me lleva a la necesidad de inventar un “fuelle”, o sistema de pliegues, para que pueda producirse el movimiento, en la solución de un ensamble sin pegamento. Así se utilizan mecanismos similares a la tarjeta desplegable.